¿El doble acristalamiento realmente reduce el ruido?

En nuestros tiempos, el doble vidriado se ha convertido en una opción omnipresente para las ventanas. Surgido en España en la década de los 70, su popularidad creció enormemente entre los consumidores gracias a intensas campañas de marketing y a sus destacadas características. Actualmente, el doble vidriado se ha establecido como una solución universal en las ventanas de cualquier estilo.

Las ventanas con doble vidriado proporcionan numerosas ventajas. Su beneficio principal radica en el refuerzo del aislamiento térmico del vidrio, lo cual contribuye a una disminución significativa en el coste energético. Este tema ha sido ampliamente discutido en varios posteos de nuestro sitio web. Pero presta atención, porque la situación es distinta cuando hablamos de aislamiento sonoro. Te lo vamos a clarificar.

El bullicio vehicular, sobre todo en las urbes más grandes, es algo que no podemos evadir. Y no solo los coches son fuentes de polución sonora; vivir cerca de un aeropuerto significa estar expuesto a su impacto sonoro, más aún durante la noche.

El ruido afecta nuestro bienestar. Tiene el poder de generarnos ansiedad y disminuir el confort en nuestros hogares.

Pero te advertimos que para lograr un aislamiento sonoro efectivo, el doble vidrio por sí solo no es una solución idónea. Por ejemplo, un vidrio tipo 4/16/4, estándar en el doble vidriado, nos ofrece un aislamiento acústico de aproximadamente 30 dB, para ser exactos 30 (-1,-5); mientras que un vidrio simple de 4mm nos ofrece casi el mismo resultado: 29 (-2,-3).

Si sustituimos el vidrio 4/16/4mm por un vidrio monolítico de 8mm, obtenemos un aislamiento de 32 (-2,-3), que demuestra ser superior. ¿A qué se debe esto?

La razón de esto es que un doble vidriado con láminas de idéntico grosor no mejora la insonorización, puesto que las frecuencias que bloquea la primera lámina de 4mm son las mismas que la segunda lámina de igual espesor. Podemos afirmar que cada grosor de vidrio aísla sonidos en frecuencias específicas; por consiguiente, si anhelamos atenuar sonidos en un espectro más amplio de frecuencias, debemos optar por que las láminas de vidrio interiores sean de un espesor distinto al de las exteriores.

Igualmente, podrán apreciar en la tabla que ciertas láminas separadoras diseñadas para la acústica ofrecen valores superiores, mientras que otras, de carácter más bien protector, presentan valores inferiores.

La tabla subsiguiente detalla distintas clases de vidrio y sus correspondientes aislamientos sonoros.

Como se observa en la tabla, el grosor de la cámara de aire no ejerce influencia alguna en la mejora del aislamiento sonoro.

Si nuestro objetivo es puramente la insonorización, podemos concentrarnos en los vidrios llamados “laminados”. Estos vidrios combinan dos placas de vidrio mediante una lámina adhesiva, proporcionando un incremento en los valores de aislamiento sonoro. Por ejemplo, un vidrio de (6+6).1 presenta un aislamiento sonoro de 39 (0, -3), muy por encima de un vidrio doble de 6mm.

En este enlace también encontrarás los vidrios más comunes junto con su aislamiento sonoro y térmico, así como su factor solar.

Por lo tanto, al escoger el vidrio correcto para nuestro hogar, deberíamos basar nuestra decisión en un análisis de nuestras necesidades tanto térmicas como acústicas. Si residimos lejos del bullicio urbano, en una zona más calma, quizás podamos descartar la búsqueda de un vidrio acústico, centrándonos exclusivamente en seleccionar el mejor vidrio en términos de aislamiento térmico.

Tipos de vidrio para ventanas

Disponemos de un abanico extenso de alternativas. Cada modelo de cristal dispone de sus funciones y beneficios distintivos. Les expondremos los tipos de cristal más comunes para cerramientos y sus características destacadas. En un cerramiento podemos decidir, en primer lugar, la naturaleza y grosor de cada uno de los paneles de cristal y asimismo, cuántas cavidades , grosor de dichas cavidades , e incluso el género de gas que llenará el interior de estas cavidades. El cristal puede influir en el coste final de un cerramiento. Por tal motivo, es crucial adecuarlo según las exigencias específicas de cada situación.

Respecto a la naturaleza de los paneles de cristal y si incluyen o no procedimientos de tratamiento aplicados, estos pueden clasificarse de distintas maneras:

Vidrio laminado

El cristal laminado también se conoce como cristal de protección, si bien no es su único propósito. Estas variedades de cristal se conforman al vincular entre sí hojas de cristal a través de un estrato intermedio de sustancia translúcida.

Se consideran cristales protectores porque, en caso de fractura, este estrato intermedio preserva el cristal evitando la dispersión de fragmentos pequeños, lo que garantiza que todo permanezca unido. Impide que el cristal al romperse genere esquirlas, manteniendo todos los trozos adheridos al cuerpo principal del cristal. Este es un fenómeno distinto al del cristal templado, que se desintegra en piezas diminutas que pueden saltar y ocasionar lesiones a quienes estén cerca.

Los materiales plásticos, como el butiral de polivinilo (PVB) y el etil-vinil-acetato (EVA), conforman las capas intermedias.

Tomemos como ejemplo los parabrisas de vehículos o los cristales protectores, y hasta cristales a prueba de balas, que se manufacturan utilizando estas técnicas de cristales laminados.

Otro aspecto relevante de los laminados es que elevan de forma significativa el aislamiento sonoro.

A estos cristales igualmente es posible añadirles los tratamientos que se han comentado anteriormente, como la baja emisividad o la protección UV. Cada uno de los paneles puede ser sujeto a distintos procedimientos complementarios, pudiendo ser transparentes o semiopacos, o incluso presentar diversos patrones impresos.

Cuando un cristal laminado se combina con una cavidad de aire y otro cristal, normalmente es el cristal simple exterior el que recibe el tratamiento térmico.

Vidrios flotados

El cristal flotado es el tipo de cristal que se emplea principalmente para su instalación en ventanas, a través de la unión de múltiples capas de estos mismos cristales flotados. Se producen utilizando combinaciones de sustancias vitrificables, tales como la sílice; disolventes, como los elementos alcalinos; y compuestos estabilizadores, como la caliza.

Cada uno de estos elementos esenciales se coloca dentro de hornos para ser sometidos a un tratamiento de fusión, y esa mezcla se canaliza hacia un tanque o contenedor de estaño con el objetivo de refrigerar esa plancha de cristal y proceder a su solidificación, lo que da lugar a una lámina de cristal de elevada calidad, destacando por su uniformidad superficial, consistencia en el grosor y una apariencia estética impecable. Reciben el nombre de «flotados» debido al método de fabricación en el cual la lámina de cristal se mantiene a flote sobre un lecho de estaño líquido.

Vidrio sencillo o monolítico

Se trata de una variedad de cristal que, hoy día, ha quedado obsoleta. Este material destaca por sus propiedades térmicas y acústicas insuficientes, por lo cual su empleo en ventanas residenciales no es aconsejable.

Vidrio templado

El cristal templado se distingue, sobre todo, por ser un tipo de cristal de protección, obtenido mediante procedimientos tanto térmicos como químicos orientados a aumentar su dureza frente al cristal estándar. Además de su destacada fortaleza, lo que lo hace excepcional es que, al quebrarse, se desintegra en fragmentos diminutos en vez de astillas grandes y afiladas. Así, la probabilidad de sufrir lesiones por este material tras un incidente de rotura se reduce significativamente.

Este material se emplea comúnmente en áreas susceptibles a golpes, tal como, vitrinas de tiendas en plazas comerciales, puertas de balcones, divisiones de ducha, repisas y más.

Vidrios bajo emisivos

También se les conoce como cristales termoaislantes, vidrios de emisividad reducida, cristales low-e o cristales ATR (aislamiento térmico avanzado). A uno de sus lados de la hoja de cristal se le añaden diversas capas metálicas con elementos de plata.

Estos procesos se diseñan para disminuir el índice U del cristal cuando están integrados en configuraciones de doble o triple cavidad, y al mismo tiempo logran atenuar la incidencia de radiación solar que penetra en los espacios internos de un hogar.

La finalidad primordial de los vidrios de baja emisión es incrementar el rendimiento energético del ensamble de la ventana. Provocan una ligera disminución en la transparencia a la luz natural. Por ejemplo, su incorporación en la fabricación de vidrios dobles con espacio de aire intermedio eleva significativamente el aislamiento térmico. Así, un doble acristalamiento estándar con un intersticio de 16mm registra un índice U de 2,7W/m2ºK, en tanto que si una de las hojas cuenta con un revestimiento low-e, este valor puede descender hasta aproximadamente 1,5W/m2ºK.

Vidrios con control solar

A los cristales con baja emisividad se les incorporan unos ingredientes que logran minimizar la incidencia de la radiación solar que traspasa el cristal. Esto atenúa la radiación ultravioleta y, por consecuencia, se disminuye la cantidad de calor que penetra en nuestro hogar. Se aconseja el empleo de cristales de control solar en áreas y orientaciones que reciben una considerable cantidad de sol, como serían las fachadas que miran hacia el sur, el este o el oeste.

Adicionalmente, es posible categorizar los cristales atendiendo a diversas mezclas de los elementos previamente mencionados. Estos cristales se conforman por la fusión de distintas hojas de cristal, tratadas o no, amalgamándolas entre ellas o interponiendo espacios de aire. En este contexto, principalmente podemos distinguir dos grupos: cristales laminados y cristales con cámaras de aire. Estos constituyen los más populares en la instalación de ventanas.

Vidrios de ventanas con cámaras

Al observar una ventana, es posible hallar vidrio simple, desprovisto de espacios intermedios, también denominado vidrio monolítico. Como solemos advertir, esta opción no es la más apropiada y ha caído en desuso debido a su deficiente capacidad aislante.

Las opciones de vidrio más comunes y aconsejables para las ventanas son los vidrios laminados que incluyen un intersticio de aire entre los paneles de vidrio. Por otro lado, la preferencia por el acristalamiento triple va en aumento, esto se refiere a paneles de vidrio con dos intersticios de aire intercalados. Esta configuración es favorable para potenciar el aislamiento, tanto térmico como sonoro.

¿Cuánto pesa el vidrio?

Si te interesa saber el peso de un cristal de ventana con sencillez, solo necesitarás efectuar una operación matemática: toma el área del cristal en metros cuadrados, multiplícala por el grosor del mismo en milímetros y luego por el factor 2,5.

Tomemos, por ejemplo, un cristal de un metro cuadrado con una grosura de 4 mm. Calculamos 1 x 4 x 2,5, lo que nos da un resultado de 10 kg de peso. Observa cómo, dependiendo de la cantidad de hojas y la grosura de estas, el peso puede incrementarse notablemente. Así que es crucial optar por una estructura de ventana que pueda sostener adecuadamente el peso del cristal seleccionado.

¿Qué ayudas puedo recibir al cambiar mis ventanas?

Desde un mínimo de 20% hasta un máximo de 80% en subvenciones directas y rebajas tributarias para la renovación de ventanas (variará según los estándares logrados y la Comunidad Autónoma correspondiente). Los entes gubernamentales están fomentando las reformas que impliquen un descenso en el uso energético de las viviendas.

En este momento, no se encuentra activo ningún programa de renovación exclusivamente para ventanas. No obstante, la sustitución de ventanas constituye uno de los trabajos que podrían beneficiarse de los recientes planes de apoyo. ¡Continúa aquí y descubre cómo!

¿De qué manera puedo solicitar los subsidios para renovar las ventanas en mi región autónoma?

Las administraciones autonómicas se encargan tanto de la gestión de las solicitudes como de la asignación de las ayudas Next Generation. Se aconseja informarse sobre los periodos y los expedientes requeridos para cada región. Es indispensable que el solicitante aporte un Certificado de Eficiencia Energética expedido antes de la obra (con una antigüedad máxima de dos años) y otro al finalizar la mejora, junto con comprobantes de gasto o inversión, como la factura. También se requiere la presentación de documentación que corrobore la titularidad o arrendamiento del inmueble y el certificado de empadronamiento.

¿Hasta cuándo puedo presentar mi solicitud para obtener subsidios por el cambio de ventanas?

El término final para presentar solicitudes cambia en función de cada región autónoma, por lo que se sugiere verificar esta información específicamente. Mientras algunas regiones limitan el plazo hasta el 31 de diciembre de 2023, otras pueden prolongarlo más. En todos los casos, las regiones autónomas cerrarán la recepción de solicitudes una vez agotados los fondos. El período para llevar a cabo las obras no podrá superar los doce meses a partir de la fecha de otorgamiento del subsidio. En cuanto a las deducciones en el IRPF, se pueden contemplar reformas efectuadas desde octubre de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2023, debiendo justificarlas en la declaración de ingresos del año correspondiente.

¿Es obligatorio estar registrado en el padrón para acceder a los subsidios?

Varía según el tipo de apoyo o incentivo que se pretenda conseguir:

  • Para las ayudas directas para el fomento de la eficiencia energética con fondos de la Unión Europea Next Generation, es preciso comprobar que el inmueble constituye la residencia principal, lo que se puede demostrar mediante el certificado de empadronamiento.
  • Para las deducciones en el IRPF, basta con demostrar la propiedad o la posesión del inmueble donde se han efectuado las mejoras, no siendo necesario que dicho inmueble sea la residencia habitual.

¿De qué modo puedo reclamar la deducción por el cambio de ventanas en mi declaración de impuestos?

Hay dos clases de deducciones en el IRPF, que son excluyentes entre sí y aplicables a obras realizadas desde el 6 de octubre de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2023.

  • La primera permite una deducción de hasta el 20% del montante invertido, con un máximo de 5,000 euros anuales, en renovaciones que logren minimizar al menos un 7% la necesidad de calefacción y refrigeración del inmueble.
  • La segunda se aplica cuando, después de la reforma, la vivienda reduce su consumo de energía primaria no renovable en al menos un 30% o alcanza una calificación energética A o B, permitiendo una deducción de hasta el 40% de la inversión, con un límite de 7,500 euros al año. En ambos supuestos es obligatorio validar la mejoría en eficiencia energética con un Certificado de Eficiencia Energética de la vivienda emitido previo al inicio de las obras (con hasta 2 años de antelación) y otro posterior a estas. Es imprescindible adjuntar comprobantes de la obra, como la factura, y toda la documentación necesaria en la declaración anual del impuesto sobre la renta. Más información en Desgravaciones fiscales.

¿La compañía que contrataré para la obra debe cumplir con algún estándar?

No se especifica ningún requisito formal para las empresas que llevarán a cabo la reforma o mejora en las viviendas. Para la justificación de las inversiones será necesario presentar documentos tales como facturas y presupuestos, por lo que la entidad deberá estar legalmente constituida y al corriente en sus obligaciones fiscales y tributarias.

¿Puedo beneficiarme de las ayudas si ya he realizado el cambio de ventanas?

Si las obras ya se han completado pero aún no se ha reclamado ninguna ayuda, no siempre es posible solicitarlas. Para ser elegible para las mismas, se requiere haber obtenido un certificado de eficiencia energética del inmueble antes de la mejora y otro certificado tras implementar las mejoras. Ejemplos

Ejemplos prácticos de reducción energética al cambiar ventanas ¿Cómo lograr un ahorro superior al 7%?

Optar por ventanas de última generación con cristales de alto rendimiento puede resultar en un aislamiento térmico superior. Ahora bien, ¿cuál es el ahorro energético real posible? Te lo clarificamos con un par de casos ilustrativos.

Al reemplazar tus antiguas ventanas por otras que ofrezcan una mayor eficiencia y consigas disminuir como mínimo un 7% del consumo energético necesario para calefaccionar o refrigerar tu hogar, es posible que accedas a beneficios que comprenden hasta un 40% en subvenciones y un 20% en deducciones tributarias.

Ejemplo 1: Cambio de ventana con un solo vidrio simple a doble acristalamiento

Consideremos que la renovación se ejecuta en un hogar pareado de 106 metros cuadrados, cuyas ventanas actuales son de aluminio sin aislamiento de puente térmico y presentan un cristal único, también conocido como vidrio monolítico o sencillo.

Al optar por ventanas de doble vidriado con cristal de alta eficiencia, se prevé una disminución en el consumo energético de aproximadamente un 10% en Madrid.

El programa utilizado para la simulación es CE3X. Las operaciones se han efectuado utilizando datos estándar de la biblioteca, considerando un valor U de 1,8 para el marco de PVC y un valor U de 3,2 para el marco de aluminio con RPT, calculando un 30% de la superficie para el marco.

Ejemplo 2: Cambio de ventana con doble acristalamiento básico a doble acristalamiento

En la situación que estamos considerando, las aperturas cuentan de inicio con un sistema de doble vidrio de características estándar (excluyendo vidrio con revestimiento de alta eficiencia). A pesar de ser superiores a las del caso inicial, su aislamiento térmico es susceptible de optimización mediante la implementación de cristales de última tecnología

Tomando como caso de estudio la ciudad de Valencia, el beneficio económico excede la barrera del 7% en la disminución del consumo de energía. La herramienta CE3X fue empleada para el análisis. Se efectuaron cálculos usando datos estándar de la biblioteca con un valor U de 1,8 para marcos de PVC y un valor U de 3,2 para marcos de aluminio con RPT, considerando un 30% de superficie de marco.

¿No estás seguro del % de energía que vas a ahorrar?

Hay un tercer aspecto esencial que implica demostrar la conformidad de las nuevas ventanas con las normativas del Código Técnico de la Edificación (CTE). En este escenario, si optas por instalar ventanas que incluyan un sistema de doble acristalamiento junto con un marco de alto rendimiento, estas estarán en línea con los estándares de transmisión térmica (valor U) establecidos por el Código Técnico de la Edificación, lo que te posiciona como candidato para posibles subvenciones o ayudas.

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