Cómo alargar la vida útil de un aire acondicionado en España

Instalar un sistema de aire acondicionado representa una inversión considerable para cualquier hogar o negocio, y es crucial asegurar su durabilidad. Pero, ¿cómo puedes prolongar la vida útil de tu aire acondicionado de manera significativa? La clave está en una regla fundamental: cuídalo. Así como cualquier otro artículo del hogar, tu aire acondicionado requiere de atención regular para mantener un funcionamiento óptimo.

En primer lugar, nos enfocamos en la unidad interior, la cual puede beneficiarse enormemente de estos sencillos pero eficaces consejos. Usaremos como ejemplo una unidad de pared de una sola división. Como siempre, recomendamos consultar a un profesional antes de llevar a cabo cualquier tarea de mantenimiento.

  • Establece una rutina de limpieza para mantener la unidad en óptimas condiciones. La acumulación de polvo y suciedad puede obstruir el flujo de aire, forzando a la unidad a trabajar más. Por eso es vital verificar regularmente la presencia de polvo y aspirar la carcasa de la unidad y las aletas si es necesario.
  • Mantén los filtros limpios. Puedes hacerlo tú mismo siguiendo las instrucciones de la unidad. Es común que el polvo y los residuos se acumulen en los filtros, lo que interrumpe el flujo de aire y obliga a la unidad a trabajar más, aumentando el consumo de energía.
  • Utilizar una temperatura constante también ayuda a prolongar la vida útil de tu aire acondicionado. Procura no realizar cambios bruscos de temperatura ni configurarlo para que funcione en extremos fríos o cálidos.
  • Programa chequeos frecuentes para tu aire acondicionado según su uso, esto garantiza el rendimiento óptimo antes de los cambios de estación y durante los meses siguientes.
  • Evita la luz solar directa en tu unidad interior. Aunque esto debe considerarse en el momento de la instalación, si la unidad interior está expuesta a la luz solar directa, aumenta el esfuerzo del sistema durante su funcionamiento, lo que puede reducir su vida útil.

Estas son solo algunas formas sencillas en que puedes extender la vida útil de las unidades interiores de aire acondicionado.

No olvides también prestar atención a la unidad exterior. Al igual que la unidad interior, la exposición directa a la luz solar afecta negativamente el rendimiento y la longevidad de la unidad exterior, que a menudo está más expuesta en algunas instalaciones.

Asegúrate también de que no haya obstrucciones alrededor de la unidad exterior que impidan un flujo de aire adecuado. Recomendamos contactarte con un profesional antes de intentar cualquiera de estas tareas. Seguir estas simples estrategias ayudará a que tu unidad exterior de aire acondicionado se mantenga en las mejores condiciones.

Para garantizar el rendimiento y durabilidad de tu sistema de aire acondicionado, sigue estos consejos y contacta con los expertos de Fixhogar para cualquier servicio o consulta especializada.

La importancia del mantenimiento regular para tu aire acondicionado

Realizar un adecuado mantenimiento de tu aire acondicionado es esencial para mantener su eficiencia energética, prolongar su vida útil operativa y prevenir reparaciones imprevistas, así como evitar riesgos para la salud debido al polvo y la suciedad. Para asegurarte de que tu equipo reciba el cuidado necesario, es fundamental conocer los diferentes tipos de mantenimiento disponibles:

El mantenimiento preventivo permite identificar problemas menores antes de que se conviertan en averías serias. De esta manera, prolongarás la vida útil de tu aire acondicionado a la vez que evitas desembolsos significativos en reparaciones. Además, la limpieza regular de la unidad, incluidos los filtros de aire acondicionado interior, es crucial para conservar la temperatura deseada, la eficiencia energética y la calidad saludable del aire interior.

Limpiar las aletas interiores de la unidad es tan importante como mantener limpias las aletas exteriores para prevenir la acumulación de suciedad y escombros, lo cual podría afectar negativamente la vida útil promedio del aire acondicionado. Al adoptar estas prácticas de mantenimiento, puedes asegurarte de que tu aire acondicionado funcione eficientemente, proporcionando ambientes cómodos y saludables, al mismo tiempo que extiendes significativamente su vida útil.

Para los servicios de mantenimiento, Fixhogar es tu mejor opción, garantizando que tu equipo esté en perfecto estado.

Beneficios del mantenimiento del aire acondicionado

Duración de vida útil– Al brindar un mantenimiento adecuado al equipo de aire acondicionado, su vida útil se prolongará al menos un 20 % más de lo normal.
Calidad del aire– Mientras el equipo funcione correctamente y los filtros estén limpios, la purificación del aire expulsado será al menos un 40 % más efectiva.
Reducción de costos– Un buen mantenimiento del aire acondicionado evitará la necesidad de contratar a un técnico para posibles reparaciones. – Esto no solo permitirá ahorrar en servicios, sino también en costos energéticos.
Óptima climatización– Un aire acondicionado que recibe mantenimiento al menos dos veces al año funcionará sin problemas. – Esto asegura una climatización ideal en cada área del hogar.
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1. Limpiar la unidad regularmente

Muchos usuarios tienden a limpiar muy poco las unidades de aire acondicionado y esto es un gran error, ya que las mismas, por ejemplo, la unidad externa, suelen ensuciarse mucho por estar fuera de la vivienda. La limpieza de ambas unidades, la interna y la externa, mantendrá su funcionamiento en óptimas condiciones. Pero no solo trabajarán correctamente, sino que también se pueden evitar muchas averías. En el caso de la limpieza de la unidad interna, se puede realizar con jabón, agua tibia y un trapo. Además, se pueden desmontar los filtros para limpiarlos y dejarlos secar posteriormente.

El procedimiento de limpieza de la unidad externa es similar al de la unidad interna. Sin embargo, en este punto debemos asegurarnos de que no se haya acumulado suciedad alrededor de la misma o que tenga algún objeto cercano que impida su buen funcionamiento.

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2. Realizar controles regulares

En la vida útil de los aires acondicionados, los controles o chequeos regulares juegan un papel importante. Los ajustes regulares mantendrán tu sistema en excelentes condiciones y te ayudarán a prevenir problemas. La mejor temporada para los chequeos generalmente es en primavera, justo antes de los meses de verano, que es cuando se usa más.

Los especialistas, además de realizar un «posible» mantenimiento a los sistemas de aire acondicionado, verifican que las unidades o el sistema de climatización en sí no presenten irregularidades. Se revisan las partes internas del sistema de climatización, pero también se aseguran de que presente un flujo de aire limpio que no afecte la salud de los usuarios.

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3. Limpiar los ductos

En ciertas ocasiones, los conductos del aire acondicionado pueden ser la causa por la cual no llega el aire fresco a tu hogar. Si los conductos están sucios, pueden bloquear o disminuir el flujo del aire. La suciedad y restos acumulados a lo largo del tiempo dentro de los conductos de aire entorpecen el paso del aire fresco. Al realizar una limpieza frecuente de los conductos del aire, se evita que la suciedad y el polvo reduzcan la cantidad de aire que pasa, mejorando además la calidad del aire en tu hogar. Esto reducirá la cantidad de polvo en el ambiente. Limpiar los conductos del aire acondicionado debería llevarse a cabo al menos una vez al año , antes de que comiences a usar el aire acondicionado de forma regular. Volver al menú de contenidos

4. Mantener la unidad exterior bajo supervisión

La unidad exterior es el «núcleo» de nuestro sistema de climatización. El funcionamiento adecuado de esta, prolonga sustancialmente la vida útil de los aires acondicionados. Por ello, es fundamental supervisarla de forma constante y asegurarnos de que no tenga fallos o irregularidades. Si detectamos alguna irregularidad en su funcionamiento, debemos contactar de inmediato con Fixhogar y permitir que la inspeccionen. Regresar al índice de contenidos

5. Apágalo cuando no esté en uso

Cuando los sistemas de climatización se utilizan de manera continua, es común que se desgasten con mayor rapidez. Resulta fundamental apagarlos si planeas ausentarte de casa por un periodo prolongado. Una opción es ajustar el termostato a una temperatura mínima que permita que la unidad permanezca encendida sin enfriar el aire. Otra alternativa es aumentar el termostato durante las noches. Ambas estrategias contribuirán a extender la vida útil de tu equipo ya que evitarás que funcione todo el día sin interrupciones. Volver al menú de contenidos

6. Revisión anual por un instalador

El mantenimiento es recomendable, al menos, una vez al año. Sin embargo, si es posible, es más óptimo hacerlo por temporada: de frío o calor. Es decir, dos veces al año. Esto garantiza un funcionamiento adecuado cada vez que comienza la temporada de uso del equipo. Claro está, también dependerá del uso que demos a nuestro aire acondicionado. Es decir, no es lo mismo si lo usamos unas horas al día, que si lo hacemos durante todo el día. En ese caso, es aconsejable realizar un mantenimiento trimestral.

Finalmente, es importante tener en cuenta el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), que establece que los aparatos de aire acondicionado o bomba de calor con una potencia inferior a 12 kW deben someterse a un mantenimiento preventivo cada 4 años si son de uso doméstico, o cada 2 años para cualquier otro uso (comercios, oficinas, etc.), o bien con la periodicidad indicada por el fabricante en el manual de uso y mantenimiento del equipo.

Finalmente, confiando en los expertos de Fixhogar, te aseguras de que tu aire acondicionado esté siempre en óptimas condiciones, garantizando la máxima eficiencia y durabilidad del equipo.


7. Cuidado y limpieza de la batería

La unidad exterior de los equipos de aire acondicionado generalmente no cuenta con filtro (salvo excepciones en unidades centrífugas), lo que provoca que toda la suciedad del entorno se deposite en la batería de intercambio. Es recomendable realizar la limpieza de la batería con frecuencia, ya sea utilizando aire a presión (cuidado con no doblar las aletas) o un cepillo (menos efectivo). Si no se lleva a cabo esta limpieza, se puede ver afectada la eficiencia, potencia térmica e incluso provocar el bloqueo del equipo.

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8. Regular la temperatura

Elegir adecuadamente el tipo de aparato y su potencia evitará que el aire acondicionado haga un esfuerzo innecesario. Por tanto, debemos calcular los metros que se quieren climatizar y encontrar así el aparato adecuado para ello. Escoger un dispositivo con una potencia insuficiente hará que tenga que trabajar más para poder enfriar todo el espacio y se averiará antes. Aunque, si ya contamos con la potencia adecuada, debes prestar mucha atención al ajustar la temperatura. Evita abusar del aire acondicionado programando una temperatura que no se diferencie de la exterior en más de 10 grados. Lo ideal sería establecerla entre los 21 y 25 grados. De esta manera, conseguirás prolongar la vida útil de tu sistema de refrigeración. Volver al menú de contenidos

9. Comprobar la carga de gas refrigerante

Es muy común que los equipos de aire acondicionado pierdan gas refrigerante. Muchas personas, al enfrentar este problema, tienden únicamente a recargarlo, pero esto no es una solución definitiva. Es crucial localizar el lugar de la fuga y repararla de inmediato para prolongar la vida útil del aire acondicionado. La verificación de la carga de gas es más complicada sin el uso de manómetros y herramientas especializadas, aunque un síntoma típico es el bloqueo por baja presión si el equipo tiene presostatos. Otro síntoma es la formación de hielo en la unidad exterior cuando funciona en modo bomba de calor. Volver al menú de contenidos

10. Realizar limpiezas en los filtros

Para alargar la vida útil del dispositivo, es esencial limpiar regularmente áreas como los filtros. Si permitimos que la suciedad se acumule en ellos, las bacterias y el polvo se incrustarán en nuestro equipo y pueden infiltrarse en otros componentes, provocando fallos o reduciendo su eficiencia. En otras palabras, si la suciedad se acumula, el dispositivo tendrá que hacer esfuerzos adicionales y podría dañarse con más frecuencia.

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