Una correcta elección y colocación del aislamiento térmico, en las paredes exteriores de tu vivienda, es clave para conseguir un importante ahorro energético. Un buen aislamiento térmico exterior tiene un efecto directo sobre tus propiedades, y no puedes desaprovechar sus ventajas.
El aislamiento exterior reduce la demanda de calefacción, en invierno, y de refrigeración en verano. Esto proporciona un ambiente más confortable en el interior y reduciendo la factura energética.
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Los mejores aislamientos para la envolvente exterior
Existen diferentes materiales aislantes, que puedes utilizar en el exterior de tu vivienda, cada uno con sus ventajas y desventajas:
SATE o aislamiento por el exterior
El SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) consiste en la colocación de placas de aislante sobre la pared exterior, protegidas por una capa de mortero armado. Las principales ventajas del SATE son:
- Gran reducción de puentes térmicos al envolver todo el exterior.
- Mejora la impermeabilidad de la fachada.
- Mayor inercia térmica: amortigua los cambios de temperatura exterior.
- Revaloriza estéticamente el edificio al renovar la fachada.
El material más utilizado es la espuma de polietileno, aunque también hay paneles de lana mineral o corcho aglomerado.
Polietileno expandido
Las placas de polietileno expandido (poliestireno extruido) ofrecen una excelente relación calidad-precio. Tienen una conductividad térmica muy baja (0,029-0,035 W/mK), son impermeables al agua y fáciles de colocar.
Se pueden adherir directamente sobre la pared o dentro de la cámara de aire de una fachada ventilada.
Relleno de cámaras con espuma de poliuretano
Consiste en proyectar espuma de poliuretano en estado líquido para que expanda y rellene completamente la cámara de aire de la fachada. Es un sistema muy efectivo al eliminar cualquier resquicio sin aislar.
La conductividad del poliuretano es muy baja (0,02-0,03 W/mK) y su adherencia a la pared es total.
Aislamiento en zonas de frío
En zonas de clima muy frío interesa maximizar el aislamiento térmico. Algunas recomendaciones son:
- Utilizar paneles rígidos de poliestireno expandido de mayor espesor (8-10 cm).
- Considerar la incorporación de una segunda capa de aislante en la cámara interior.
- Colocar aislamiento adicional en los puentes térmicos (cantos de forjado, contorno de ventanas, etc).
- Cuidar la hermeticidad de la envolvente para evitar infiltraciones. Usar cintas y bandas de sellado en las juntas.
Cámara interior con trasdosado y aislamiento
Otra técnica muy efectiva es realizar un trasdosado interior con placas de yeso laminado, dejando una cámara de aire donde colocar un aislamiento complementario. Esto crea una «caja dentro de una caja» que mejora notablemente el aislamiento.
Los materiales más adecuados para la cámara son lana mineral o poliestireno expandido. También se puede rellenar parcialmente con aislante proyectado. La lana mineral permite colocar instalaciones dentro de la cámara.
Ventajas del aislamiento exterior
Las ventajas que aporta un buen aislamiento por el exterior:
- Mejora significativamente la eficiencia energética de la vivienda.
- Se eliminan los puentes térmicos y las pérdidas asociadas.
- Se evitan condensaciones y problemas de moho en la envolvente.
- El interior de la vivienda está más caliente en invierno y fresco en verano.
- Se insonoriza la fachada y se atenúan los ruidos exteriores.
- La calidad del aire interior es mejor al no haber pérdidas.
- Se aumenta la vida útil del edificio al proteger la fachada.
- Revalorización estética de la fachada si se aplica un SATE.
Apuesta por un buen sistema de aislamiento térmico exterior, combinado con aislamiento interior si es necesario, puede suponer un ahorro energético de hasta el 40% según el tipo de vivienda.
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